jueves, 9 de junio de 2011

Las personas con días de 40 horas

Llevo un tiempo intentando echar cuentas de lo que puede ser la vida de algunas personas que salen en prensa, por distintos motivos. Y, juicios morales aparte, algunos me maravillan. 

Por ejemplo, Chorchenaguer: Mujer, 4 ó 5 hijos, otro con otra mujer, infidelidades variadas a lo largo del tiempo, gobernador, (gimnasio, se supone), proyectos en cine y de una serie basada en él (que claro, ya no). Y luego lo que es la vida en sí: comer, cenar, desayunar, ir a la peluquería, llamar a su madre... ¡yo qué sé! ¡Pero este tío ¿cuándo duerme?! 
(Y ¿dónde?) 
Vamos, es un ejemplo.
Que los hay a patadas. El director del FMI es otro (ese es el típico tío al que sería normal que su mujer le perdonara eso de "no tengo tiempo para ir contigo por ahí, tengo mucho trabajo", porque es creíble. Pero tiene tiempo para todo, vamos).

Y yo, jubilada, a veces con estudiar y gimnasio, o ir al médico, o a comprar algo, o al vete... ¡ya me falta tiempo en el día! Vamos, que o mis días tienen 11 horas (que deben quitarme de las noches ¡qué sueño siempre!), o los suyos tienen 1.000. Bueno, y en el caso del Choche, también existe la opción de la eyaculación precoz, pero aún con esas...

Es verdad que cuanto más haces, más te da tiempo a hacer (igual que cuando comes, que cuanto más comes, más hambre). Pero el tiempo no es elástico, todo tiene unos límites, y hay que contar tiempo de sueño, de trayectos, de espera, de pipí-room, de mirar el e-mail...

¿Cómo lo hacen?



No hay comentarios:

Publicar un comentario

Y tú ¿qué opinas?