miércoles, 26 de diciembre de 2012

Un niño prodigio

Tremendo relato, que no destila mala leche como "El baile", sino simple instinto de supervivencia, aliñado con un don especial para la poesía.

En un relato tan cortito (100 páginas) hace, a lo tonto, un estudio tremendo de lo que puede ser para un niño nacer en un entorno desfavorecido y tener que buscarse la vida desde bien pequeño. Y qué puede pasar en esa mente al, súbitamente, cambiar a un entorno de lujo y protección.

"Estudios sociológicos" aparte, se trata de un relato realista, aunque con todas las circunstancias llevadas al extremo, acerca de "las putas musas" y su caldo de cultivo ideal.

Desde que lo he terminado, estoy escuchando obsesivamente dos temas de Vainica Doble, que podrían perfectamente ser su banda sonora:

Página en blanco

y



Buena literatura, buena música... hale, ¡¡vivan los excesos en Navidad!!

martes, 25 de diciembre de 2012

La sala de las muñecas

Tres relatos cortitos para "ventilar" un poco la mente después de algunas lecturas largas.

Después de la novela "La Plaza del Diamante" quería leer algo más de Mercé Rodoreda, y me topé con una colección de cuadernitos con relatos cortos de varios autores que incluían éste.

El tono narrativo es pausado, sin ser denso, se puede saborear cada palabra, y eso ayuda al clima "inquietante" que transmiten los tres.

En "Lluvia" habla de lo insoportable que puede ser a veces la incertidumbre. Tanto, que en ocasiones es preferible boicotear una situación para que el resultado sea el desastre, con tal de ganarle terreno a las preguntas del tipo "¿Y si...?".

"La sala de las muñecas" me ha parecido el más inquietante de los tres: comienza con la excesiva importancia que se pueden dar a las apariencias, pero lleva la situación al límite, a un límite de locura, trágico.

"El río y la barca" es el que menos me ha gustado de los tres, el menos verosímil... Los anteriores, dentro de llevar ciertas situaciones al extremo, pueden ser tangibles, éste es más fantasioso, y el contraste no me ha gustado demasiado, pero aún así es estupendo para disfrutar las descripciones de la naturaleza, de la percepción de ciertos momentos (una tarde de lluvia, una sombra en el agua...), con los que la autora demuestra el manejo del lenguaje y cómo puede moldear las expresiones a su antojo para darles una forma final casi perfecta.

La corona de hielo

Continuando la saga de Tiffany Dolorido y los Nac Mac Feegles, esta divertidísima historia crea magia hasta en algo tan "natural" (o eso creemos, al menos) como el cambio de estaciones climatológicas.

Los líos amorosos que se le quedan un poco grandes a una preadolescente, el mañoso manejo de las personalidades "difíciles" de algunas amistades, la función auténtica de una bruja, el disfraz que le tenemos que dar a las cosas a veces para que parezcan lo que son, curiosamente... Todo se amontona aquí, y aliñado con Yaya Ceravieja, Tata Ogg y los Pequeños Hombres Libres tiene un resultado muy simpático, y hasta coherente, curiosamente.

Me ha encantado que Yaya Ceravieja tuviera algo más de protagonismo en esta historia, pero me ha hecho especial ilusión encontrar el pequeño cameo, casi al final, de ATENCIÓN SPOILER "¿Dónde está mi vaca?".
Al final, será un clásico para los kevins. Al tiempo.


martes, 18 de diciembre de 2012

El vizconde de Bragelonne

Lectura total y absolutamente recomendable. Se mire por donde se mire.

Vale que ver 2 tomos de unas 950 páginas cada cual, y con un tamaño de fuente 7 u 8 puede tirar para atrás. Pero, habiendo leído las 2 partes anteriores de la trilogía, no cabe lugar a la duda.

Hablar a estas alturas del don narrativo de Dumas sería como hablar de lo oscuro que es el color negro. Pero cabe mencionarla para indicar por qué consigue que semejante tochazo no se haga largo, ni mucho menos. De hecho, al llegarle el turno en mi pila, pensé en leer algún relatito corto suelto entre uno y otro tomo. Pero es que no pude. Imposible.

Hay tantas intrigas inter-relacionadas (palaciegas, amorosas, políticas...), tantos duelos magistrales (a espada y verbales), es tanta el ansia de saber qué va a pasar a continuación... que, aunque haya tardado un poquito en leerlo, no me he visto capaz de interrumpir el hilo narrativo.

Sobre todos ellos, como en las anteriores, está la amistad.

Y (ATENCIÓN: SPOILER), al ser la última entrega, la tristeza, claro. No es que pensara que los 4 amigos fueran a ser inmortales ni en la novela, pero... me río yo de los lectores de "Canción de hielo y fuego" (que yo no he leído) y sus "quejas" por las muertes de personajes queridos o importantes en la trama... no digo más. Que ya lo he dicho todo.

Pero, aún conociendo el final de la historia, merece la pena su lectura, no sólo por la trama, sino por el disfrute de la Literatura, así, con mayúsculas, de que hace alarde.

En la edición he echado de menos algún mapita, pero bueno, para eso está san Google.

En fin: para quien no haya empezado aún con la trilogía, recomiendo encarecidamente que se haga con ella cuanto antes y empiece a darle a la lectura. No creo que nadie que me haga caso (si alguien lo hace) se sienta defraudado.


martes, 11 de diciembre de 2012

21 de diciembre ¿Fin del fun?

A estas alturas ¿quién no ha oído hablar de la famosa profecía maya que se ha interpretado como el fin del mundo para el próximo día 21?
Hay quien dice que es una chorrada, quien dice que es una profecía más, quien dice que sólo será el fin de la humanidad, quien habla de extraterrestres que vendrán ese día a buscarnos para "llevarnos de vuelta a casa", quien asegura que se trata de un planeta que colisionará con el nuestro, o de una tormenta solar... Profecías y teorías no faltan.

Debo reconocer que algo de canguelo me ha entrado con todo esto. Al final me he sugestionado. Pero bueno: faltan pocos días para comprobar si es así o no. Lo único que deseo, y pido con todas mis fuerzas a Lo Que Haya (si lo haylo), es que, si ocurre, no duela.

Pero, a la vez, mirando un poquito alrededor, levantando la vista de lo que viene siendo mi ombligo, no puedo evitar sentirme egoísta. Vivimos en un mundo en que la vida es infernal para una mayoría. Por mal que yo pueda estar (por enfermedad, por economía, por mal de amores o por desengaños varios), mi vida es un paraíso comparada con la de muchísimos millones de humanos y no humanos pero también seres vivos. Quizá a ellos les beneficiara ese "fin". Haya o no algo después. Dios, extraterrestres o simple floting en la nothing.

Tengo miedo, sí. Pero tengo miedo porque lo que tengo que perder es bueno, y mucho. Aunque sea una quejica y me dé por decir que "estoy fatal de lo mío" demasiado a menudo. No todo el mundo tiene esa suerte.

En fin: lo que sea, sonará (o no). Simplemente, si pasa, os deseo buena suerte. Y si no pasa, también. Ojalá ocurra algo que suponga un punto de inflexión para este planeta. Que empecemos a respetarnos, a no putearnos. A entender (y poner en práctica) que la vida de los demás (e, insisto, no sólo humanos) vale igual que la nuestra, y debemos respetarles, e incluso ayudarles. Ojalá todo ser pueda llegar a tener una vida, al menos, tan buena como la mía.
Sería un buen fin de este mundo. Empezar uno nuevo, bonito y digno para todos.
Es mi deseo de Navidad (si es que este año podemos llegar a celebrarla...)